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Arq. Rafael Convit H.

martes, 14 de agosto de 2007

Antecedentes

Desde tiempos remotos y mucho antes del descubrimiento o encuentro entre dos mundos, los Warao ya poblaban el delta del río Orinoco ( Estado Delta Amacuro), compartiendo conjuntamente con una variedad de fauna y exuberante vegetación pantanosa de abundantes caños y ríos con inagotable reservorio de agua, con la cual esta etnia está muy asociada y ha sido parte de su vida en el transcurso de generación en generaciones, siendo para ellos parte vital en su vida.

En  mis observaciones he llegado a la conclusión que el Warao al nacer, su primer contacto antes del pecho de la madre es el agua del caño, de la laguna o del rio de su comunidad y ese primer contacto queda marcado hasta su muerte, por lo que yo los catalogo como seres en metamorfosis al igual que los anfibios, cuya primera etapa de la vida la pasan en el agua ( niños-renacuajos ), para luego ya en su pubertad salir para estar encima de ella o en tierra firme, pero siempre dependiendo de esta.

El agua siempre ha sido su principal medio de transporte y la fuente de productividad de muchos de sus alimentos, como los cangrejos, peces, frutos de palma, tubérculos, arácnidos y mamíferos de la zona.

Warao significa “hombres del agua”, “gente de curiara”, como generalmente como se les conoce al tipo de embarcación que ellos fabrican como medio de transporte.

Los warao tienen sus viviendas sobre el agua o en la orilla de los caños, a los que ellos llaman “Janokos”. Generalmente es rectangular y está hecha con troncos de palma manaca (palma del palmito) o de Moriche y mangle. Los techos son de hojas de manaca, o de moriches, tejidos en forma asombrosa que no permite el paso del agua a su interior.

Además son excelentes artesanos y aprovechan los recursos que el ambiente le da como por ejemplo la utilización de las fibras de diversas plantas para la elaboración de varios tipos de cestas llamadas mapires, bajo una compleja técnica de elaboración que no es fácil, por lo menos para nosotros como espectadores foráneos de su pueblo, pues el trabajo empieza con la búsqueda y recolección de las plantas en la selva, que generalmente es la mujer warao la que se encarga de este tipo de actividad, que de ser un utensilio de uso común en su casa, se ha venido convirtiendo en pieza artesanalmente comercial entre turistas y locales del país.


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